Migración en la intervención en Trabajo Social

Lic. en Trabajo Social, Maestra en Gestión y Políticas Públicas, agremiada al Colegio de Profesionistas de Trabajo social de Baja California, A.C. (el cual Presidió) y al Colegio Nacional de Trabajadores Sociales. Ha colaborado en diversas dependencias del Gobierno como la Dirección Estatal de Atención al Migrante (fundadora), actualmente es Asesora de la Secretaria de Bienestar Municipal.

Además ha sido colaboradora, directora, co-fundadora y voluntaria en organizaciones de la sociedad civil.

También participa activamente realizando trabajo profesional a favor de la mujer y con servicios de salud, ocupa la vicepresidencia de la Sociedad de Historia de Tijuana, A.C.

 

Ha sido consultora en alta negociación, administradora de Investigación, Posgrado y Educación Continua, docente a nivel maestría.

 

Es una de las Top 100 en Tijuana, Mejor Trabajador Social del año.

Co-autora del libro “Mujeres Fronterizas y los hombres en su vida”, 2011 y 2018. Ha sido conductora de radio fm, actualmente su propio programa “platicaDAS”

LA MOVILIDAD HUMANA Y LA INTERVENCIÓN EN TRABAJO SOCIAL

MTRA. DELIA AVILA SUÁREZ

Hace algún tiempo se asumía que la atención al fenómeno migratorio era un tema relacionado solo a las fronteras norte y sur de nuestro país, en el último lustro el escenario ha cambiado considerablemente, la presencia de grandes
grupos de personas indocumentadas originarias, ya no solo de Centroamérica sino ahora extra continentales como las personas de Haití en 2018 y recientemente los copiosos grupos de quienes vienen procedentes de Honduras, así como la sensible diáspora derivada del desplazamiento forzado interno de connacionales.


Según la ONU (2020) el número de migrantes internacionales (personas que residen en un país distinto al de nacimiento) alcanzó los 272 millones en todo el mundo – 48% de mujeres – frente a los 258 millones de 2017. De estos, 164 millones son trabajadores migrantes; estima que hay 38 millones de niñas y niños migrantes y tres de cada cuatro está en edad (20 y 64 años) de trabajar.


Asia acoge alrededor de 31% de la población migrante internacional, mientras que el dato para el resto de los continentes se reparte así: Europa 30%; las Américas 26%; África 10%; y Oceanía, 3% (Portal de Datos Mundiales sobre la migración). Aunque no es el porcentaje más significativo entre los continentes,


América es el más sensible por las condiciones de vulnerabilidad de la ruta migrante. Esto sin duda nos orienta sobre los resultados que conocemos mediáticamente, en la frontera sur, porosa por naturaleza, con la gran cantidad de personas de origen extranjero que intentan ingresar de manera indocumentada a México, y ello derivado de la limitada posibilidad de atender un proceso migratorio por la autoridad mexicana correspondiente en el menor
tiempo para que pueda continuar su travesía.



En la frontera norte por otro lado, sobre todo en Baja California y Tijuana en especial, se vive una situación agravada, se le ha llamado a este punto del mundo “el patio trasero de Estados Unidos”, pues la presencia de personas  extranjeras y de connacionales pretender ser, al menos a su llegada, de manera temporal, solo un tiempo mientras ingresan a Estados Unidos, ahora en los últimos meses, sobre todo a partir de febrero de este 2021, bajo el cobijo
del discurso migrante del Presidente Joe Biden o bien, por la expulsión de EUA bajo el título 42 de personas en contexto de movilidad.


Es así que las condiciones de la travesía en las rutas migrantes en México, incrementan la situación de vulnerabilidad de las personas, sobre todo mujeres, niñas, niños o adolescentes y con mayor grado los no acompañados, ya que la lista de violaciones a sus derechos humanos pone en condición de requerir acciones de emergencia humanitaria a esta población.


Para el caso de personas mexicanas, paisanos y paisanas, la condición de violencia extrema por grupos delictivos ha orillado a familias enteras de al menos 6 entidades en especial, a salir de manera abrupta de su lugar de origen y ante un duelo inesperado transitar por su propio país bajo mayores riesgos. El Centro de Monitoreo de Desplazamiento interno contabilizó en 2014 160,000 personas desplazadas, número que sin duda es evidente es rebasado en los últimos meses, sobre todo porque los grupos son de gran cantidad de personas.


Ante este escenario, se denota la necesidad de la intervención de profesionistas de humanidades en su atención, y las y los Trabajadores Sociales no somos la excepción, más bien diría, somos la opción, ya que, en el tránsito por el país, por las diferentes rutas, corresponde brindarles la orientación necesaria basados en la perspectiva de derechos humanos y de género, que les permita disminuir los riesgos de ser víctimas de abusos o discriminación.


Colega Trabajador o Trabajadora Social, ¿qué indicador o indicadores de vida te encuentras desarrollando tu labor profesional, o bien, tu trinchera es del sector público o de la sociedad civil organizada? Todo contribuye a que las
personas en contexto de movilidad, migrantes o inmigrantes, puedan tener acceso a mejores oportunidades de las que se han visto obligados a huir y merecen durante su tránsito, recibir información apropiada y oportuna, apoyos
diversos. Por otro lado, es útil considerar que tu labor pueda estar caracterizada por un trabajo transversal en el sector público y vinculatoria en alianzas estratégicas o tácticas que favorezcan el trabajo colaborativo, ningún
sector puede solo, ninguna institución es suficiente, ningún profesionista aislado alcanza mayores cambios que en alianza.



En el caso de las personas de origen mexicano que van de sur a norte obligados por las circunstancias de inseguridad que han trascendido a su ámbito personal y familiar, como profesionistas en trabajo social, podemos incidir en las políticas públicas que se implementan en los estados de origen,


para que encuentren las condiciones suficientemente necesarias para salir adelante en esas tierras prosperas.
En términos generales la emigración de mexicanos hacia Estados Unidos había disminuido en los últimos 20 años, sobre todo por las políticas implementadas en el gobierno anterior de EU, por otro lado, el retorno no voluntario de
mexicanos y mexicanas desde el exterior ha aumentado junto al de personas deportadas desde Estados Unidos. Estas condiciones llevan a que la población de migrantes en tránsito por el territorio mexicano se haya incrementado
considerablemente, en especial por personas de origen centroamericano, lo que a su vez ha incrementado el número de solicitudes de asilo y otras formas de protección internacional.


Sumemos desde cualquier trinchera en la que nos encontremos colaborando o participando para que estas condiciones puedan cambiar, tenemos las herramientas metodológicas necesarias para hacer frente de manera
profesional con intervenciones que incidan en la construcción de mejores caminos, que abonen a la paz social, que den como resultado, un mejor lugar a lo largo del país, con tu intervención, a las personas en contexto de movilidad.